"Adjani tiene sida": cuando la actriz es víctima de un rumor monstruoso

La pregunta le resulta extraña. "¿Estás bien?", le pregunta una amiga a Isabelle Adjani. Su tono serio, incluso preocupado, sugiere que no se encuentra bien. Sin embargo, sí, está muy bien. Es 1986. La actriz tiene 31 años y una carrera reconocida y admirada, ya coronada con dos César. Aunque le va bien, el mundo que la rodea ya no está bien. A una pregunta inocua le sigue otra, y luego otra, cada vez más alarmante, en un diálogo surrealista que Adjani nos cuenta, como si lo hubiera oído el día anterior:
"¿Estás consciente?"
"¿Consciente de qué?" , replica molesta la actriz.
-Estaría bien que salieras, veremos que estés bien.
– ¿Por qué necesitaría demostrar que estoy bien?
De repente, el más mínimo gesto cotidiano se ve marcado por la extrañeza. La actriz entra en la era de la sospecha, sin comprender qué podría amenazarla, sin comprender qué marca de infamia podría caracterizarla. En la peluquería Carita, mientras se lava el pelo, oye a la mujer a su lado preguntarle a la empleada: "Josyane, ¿sigues usando guantes?". En el restaurante, le resulta más difícil pedir cuchara y tenedor; tocarlos contaminaría el resto del servicio de mesa. "Sentí que nadie me veía. Salí, me presenté —algo que detesto— y era como si no hubiera forma de que me vieran", dice hoy la actriz.
Antes de internet, las redes sociales y las noticias falsas , Isabelle Adjani fue víctima de un rumor monstruoso, uno de los más significativos de finales del siglo XX , alimentado por el boca a boca. Se decía que la actriz tenía sida, el virus que, desde principios de la década de 1980, había causado la muerte principalmente de homosexuales y drogadictos.
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Le Monde